Imaginemos la construcción de un nuevo campus universitario o un centro comunitario, imaginemos que en ese escenario no se celebra la colocación de la primera piedra, sino que en su lugar se invita a los alumnos o a los miembros de la comunidad a escribir un mensaje o sus nombres en las esferas plásticas que pasarán a ser parte de la estructura que conformará este nuevo edificio.

La forma en que las personas y la arquitectura interactúan está cambiando, y la forma en que se edifica también lo hace; esto es lo que la tecnología Bubbledeck ofrece. La oportunidad de hacer las cosas diferentes, mejores y originales, para que las generaciones presentes y futuras tengan la oportunidad de ver el cambio no solo en los diseños sino también en cómo lograrlo en el espacio entre nosotros.

¿Es posible que la tecnología de la construcción pueda tomar forma de burbuja y a su vez ser ecológica? En definitiva sí, y es una realidad que se viene desarrollando desde los años 90 en Dinamarca cuando se introdujeron al mercado las losas prefabricadas BBD® International, que consisten en esferas plásticas huecas hechas de materiales reciclados y cuyas ventajas son la reducción de hasta un 33% del peso de colado, es simétrico, adaptable, acústico y térmico.

En términos técnicos el sistema Bubbledeck es un sistema biaxial que por su característica estructural permite a arquitectos, ingenieros, constructores y otros interesados en contar con espacios interiores limpios y dotados de claros libres de trabes interiores.

Para explicarlo más sencillamente, es una tecnología que funciona como un “sandwich” reemplazando la losa sólida, por una rejilla de esferas plásticas huecas emparedadas entre capas de acero reforzado y una viga, lo que la hace más liviana. Las losas se hacen de forma prefabricada de acuerdo a la geometría específica del proyecto, y al verter el hormigón sobre las esferas en los paneles, el Bubbledeck se convierte en una losa de dos vías que distribuye la fuerza de manera uniforme y continua.

Todo esto representa no solo optimización de recursos, también reduce el impacto ambiental al utilizar materiales que son reciclados y eliminar toneladas de basura. Cada esfera es hecha con PET u otros productos plásticos mientras que las varillas son fabricadas a base de otros residuos reciclados.

La efectividad de este sistema ha sido demostrado en todo el mundo, de tal modo que su uso ha incrementado considerablemente, y México no es la excepción, pero eso lo veremos en nuestro próximo post.

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