En tiempos de contingencia sanitaria, cuando la humanidad se ve amenazada por un virus llamado Covid-19, causante de una pandemia que ha muchos llenó de miedo y precauciones máximas, el mundo ha respirado un poco. 

En varios países se ha visto reflejada una disminución en la contaminación, debido a las medidas tomadas para evitar la concentración de personas,  la suspensión de actividades, la limitación de las actividades del sector industrial, la reducción en los vuelos y tráfico vehícular, entre otras medidas que se suscitaron a raíz de esta contingencia, según la Agencia Espacial Europea.

Algunos países han experimentado la reducción de contaminantes atmosféricos, gases efecto invernadero, dióxido de azufre, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, ozono, entre otros.

“México aún no ha tenido reducciones significativas porque no ha contado con medidas estrictas, por lo que deberá monitorearse la evolución de los contaminantes durante la contingencia, para compararlos con años anteriores [...] sin embargo, el Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México, reporta que la calidad del aire es aceptable en esta zona y área metropolitana”, publica el Tecnológico de Monterrey, en su revista digital Conecta.

Esta disminución por supuesto puede ser temporal, y podría revertirse al reactivar la economía, ya que el uso de combustibles fósiles sigue siendo la fuente energética principal de nuestro país.

Además, recordemos que la contaminación depende tanto de las condiciones meteorológicas y sistemas de alta presión, además de las emisiones que se generan.

Según el World Air Quality 2019, la Ciudad de México es la capital del mundo número 40 en estar más contaminada, en donde normalmente los países asiáticos ocupan los primeros puestos. Puedes consultarlo en tiempo real en este link. 

A nivel latinoamérica, México es el cuarto país con la peor calidad del aire, posicionando a Toluca, Nezahualcóyotl y Ecatepec de Morelos, todos del Estado de México, como las más contaminadas del país.

Hablar de contaminación, va mucho más allá, es por ello que existen políticas públicas que tengan impactos positivos para evitar la afectación a la población. Incluso empresas, como Klarea, generan mecanismos de producción sustentable que tengan impactos positivos en el planeta, modificando las actividades que están produciendo o generando los contaminantes, con el fin de reducir los niveles de contaminación.

Sigamos trabajando para limpiar y restaurar los ecosistemas, Klarea se une, ¿y tú?